viernes, 3 de enero de 2014

Dos emprendedoras, sorprendidas con el éxito de la llamada Copa Menstrual

Les compartimos la primera nota de prensa publicada en el diario Tiempo Argentino, el 07 de diciembre de 2013:
| Se fabrica por primera vez en el país


Dos emprendedoras, sorprendidas con el éxito de la llamada Copa Menstrual


Superaron las expectativas de venta. Es un método alternativo a las toallas y tampones. De silicona, se coloca como un diafragma. Recoge el sangrado y se la vacía cada 8 o 12 horas. Cuesta 250 pesos y dura más de cinco años.

En pali, un idioma índico, la palabra Magga significa camino del medio, y en inglés cup, significa copa. Maggacup es el nuevo método de absorción para el ciclo menstrual que se lanzó en la Argentina en septiembre de este año. En los tres primeros meses de venta se superaron las 1200 unidades cuando las estimaciones eran que venderían unas 50 copas menstruales por mes, y demostró la necesidad de cambio que sienten muchas mujeres. Los métodos disponibles hasta el momento para "esos días" suelen presentarse como los más indicados con los geles súper absorbentes, alas y la promesa de duración prolongada. Sin embargo, la nueva copa es mucho más simple y lejos de la mera absorción, recoge el sangrado en una pequeña cúpula de silicona de fácil colocación y material inerte que no modifica el medioambiente. Queda en la parte baja de la vagina, puede vaciarse después de 8 a 12 horas, y luego se lava y vuelve a colocarse. 
Después de cada ciclo menstrual debe esterilizarse en agua hirviendo durante 3 minutos. El precio de lanzamiento es de 250 pesos. Se presenta en dos tamaños y puede alcanzar una vida útil de más de cinco años, por lo que resulta mucho más económica que los otros métodos. 


"Es sin dudas un muy buen método para el ciclo menstrual, no sólo colabora a cuidar el medio ambiente, sino que recoge el sangrado, sin necesidad de absorberlo", explicó la ginecóloga Ana Coll. "El tampón absorbe y raspa y puede generar cierta sequedad e irritación que puede facilitar de forma secundaria las infecciones.La colocación es similar a un diafragma y no dudo que en poco tiempo muchas más mujeres optarán por esta nueva alternativa." 



Las jóvenes productoras argentinas Clarisa Perullini y Luciana Comes importan la silicona de Alemania y la fabricación es 100% nacional. Las emprendedoras eran usuarias de las copas importadas –que hace más de 10 años circulan principalmente en Europa– y fue en una conferencia sobre temas de menstruación y género dada por Luciana en 2011 donde se cruzaron por primera vez. La empatía fue automática, y luego de conversaciones profundas y consultas a profesionales sociólogos y médicos, las dos sintieron que era tiempo de emprender juntas. 



"Estamos gratamente sorprendidas por la respuesta de las mujeres argentinas. Si bien sabíamos que había personas que esperaban la copa y que el primer mes tendríamos algunas ventas aseguradas jamás pensamos que el interés iba a ser tan fuerte", explicó Clarisa Perullini. "Para nosotras uno de los grandes aportes de la copa es que permite una mirada nueva acerca de lo que es el ciclo. Utilizarla implica un acto muy ligado al respeto hacia el propio cuerpo y hacia la naturaleza en su conjunto. Es muy poderoso porque conecta con algo esencial que está oculto y que cuando se pone a la luz empieza a derribar algunos mitos y a poner en valor aspectos muy sencillos y profundos", agregó Clarisa.



Las copas también son ecológicas porque reducen los residuos y traen beneficios al planeta. Se estima que en todo el ciclo de vida una mujer usa 15 mil toallas y tampones, y sólo en Buenos Aires estos residuos llegan a las 3500 toneladas. 

A su vez, la fabricación de los apósitos representa entre el 25% al 30% de la tala de árboles para la utilización de la pasta fluff que es lo que contienen", explicó Luciana, en diálogo con Tiempo Argentino.


Al respecto, Emiliano Ezcurra, director de bancodebosques.org explicó que "el uso de fluff consume grandes cantidades de celulosa proveniente de plantaciones forestales, muchas de las cuales se desarrollaron eliminando bosque nativo como la selva misionera. Por lo tanto, cuanto menos pasta fluff haga falta, contribuimos a reducir la necesidad de este producto, con el consecuente ahorro energético y de agua, protegiendo nuestros bosques al evitar la expansión de plantaciones forestales". 



Además de reducir los residuos de la higiene menstrual en un 99% impulsa el desarrollo de una cadena de valor inclusiva en toda su producción. En ese sentido, el empaquetamiento del producto se realiza dentro del taller protegido Red Activos, que emplea a personas con discapacidad. Las emprendedoras tienen un sitio –www.maggacup.com.ar– y en Facebook la cuenta de Maggacup tenía ayer más de 6100 seguidoras que encuentran allí un espacio para compartir, reflexionar y profundizar acerca del cuidado del propio cuerpo y la sustentabilidad conociendo todos los beneficios.



« ventajas ofrecidas  Está realizada en silicona suave atóxica y 100% hipoalergénica.  El material con el que está fabricada inhibe el crecimiento de bacterias.  Si está bien colocada, no se siente ni se ve.  Necesita vaciarse con menos frecuencia que cambiarse un tampón y/o una toallita.  Permite hacer cualquier actividad física. Incluso deportes acuáticos.  Es la opción más ecológica por ser reutilizable.  Recolecta el sangrado, por lo que es el método menos invasivo.  Ocupa poco espacio y es liviana. También se puede dormir con ella durante la noche.  Al ser reutilizable, es el método más económico.


Fuente: http://tiempo.infonews.com/2013/12/07/sociedad-114482-dos-emprendedoras-sorprendidas-con-el-exito-de-la-llamada-copa-menstrual.php

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