miércoles, 29 de enero de 2014

Nota Clarín: Una opción ecológica para la higiene femenina

Una opción ecológica para la higiene femenina

POR SILVINA DELL'ISOLA / PARA CLARÍN BUENA VIDA


Se trata de una alternativa sustentable a las toallitas absorbentes y tampones. Se adapta a cada biotipo femenino y es segura, reutilizable y 100% hipoalergénica.
16/01/14 - 12:54


Clarisa Perullini y Luciana Comes no se conocían pero eran usuarias desde hacía varios años de las copas menstruales. Descubrieron este producto de higiene femenina que se comercializa con éxito en Europa desde hace décadas por comentarios de amigas o durante viajes al exterior.
Lo probaron, lo adoptaron sin dudarlo, y el día que coincidieron en una conferencia sobre menstruación y género, en febrero del 2011 no sólo sintieron empatía instantánea y absoluta, sino que decidieron algo que entonces pudo sonar a locura: asociarse para fabricar la primer copita menstrual argentina.
Maggacup nació como alternativa ecológica y sustentable al uso de toallitas absorbentes y tampones. Se trata de un dispositivo realizado en silicona atóxica y 100% hipoalergénica que se introduce plegado en la vagina en donde se abre y adopta una forma de cáliz que luego contiene el flujo menstrual.
No se siente ni se ve, se vacía con menos frecuencia que la que se necesita para cambiar otro tipo de artículo de higiene femenina, permite hacer actividades físicas sin molestias, incluso deportes acuáticos, y se puede dormir con ella.
Es higiénica, segura y sobre todo reutilizable. “La copa permite una nueva mirada acerca de lo que es el ciclo -explica Clarisa, psicóloga clínica de 35 años-. Utilizarla implica un acto muy ligado al respeto hacia el propio cuerpo y hacia la naturaleza en su conjunto”.
La emprendedora cuenta que la había adoptado para uso personal hace siete años luego de que una amiga a la que le generaban alergias los productos tradicionales se la recomendara. “Me convenció por los beneficios que ofrecía en términos de salud, por lo inocuo de la silicona y por la no generación de residuos. Este último punto fue clave ya que reciclo desde hace muchos años. De golpe se me abrió el interrogante sobre los materiales con los que están fabricadas toallitas y tampones y cuál era el destino de los mismos luego de su uso. Descubrí que una mujer consume un promedio 15.000 unidades entre unas y otros a lo largo de toda su vida fértil, lo que genera billones de toneladas de basura en todo el planeta”.
Su socia Luciana, una actriz de 37 años volcada al área de producción y gestión de proyectos agrega: “No sólo tomé conciencia de los residuos que estaba originando y del tiempo que me llevaba ocuparme de mi ciclo sino que además cambió mi relación con mi propia menstruación por lo cómodo, práctico e higiénico del producto”.
Tras dos años de investigación, desarrollo y búsqueda de proveedores calificados y luego de cumplir con todos los requisitos legales y técnicos indispensables y obligatorios, Maggacup comenzó a fabricarse en una planta del partido de San Martín. Salió a la venta en septiembre de 2013, hace menos de cuatro meses, y superó las previsiones iniciales de comercialización en un 800%.
La inversión fue de $200.000, con algunos pormenores que Clarisa explica: “La clave de una cifra tan baja fue la solidaridad de personas que voluntariamente y ad honorem nos brindaron su conocimiento, tiempo y experiencia en diversas áreas. Además, recibimos apoyo financiero de Equitas Ventures, una Sociedad Anónima fundada para crear y administrar proyectos que contribuyan a financiar a empresas argentinas con impacto en el desarrollo sustentable”.
Las primeras copitas menstruales de producción nacional se venden a 250 pesos. Las mujeres aseguran que este costo se amortiza en seis meses y que la utilidad del producto es de un mínimo de cinco años.
Además de reducir los “residuos menstruales” en un 99%, el emprendimiento impulsa el desarrollo de una cadena de valor inclusiva: el empaquetamiento, por ejemplo, se realiza en el taller protegido Red Activos, que emplea a personas con discapacidad.
Luciana tranquiliza a quienes desconfían de algo tan innovador o no se animan a probarlo: “Su diseño fue estudiado por un equipo técnico y el resultado fue un dispositivo totalmente ergonómico que permite una buena adaptación de la copa a cada biotipo femenino. Está diseñada para que no haya fugas de flujo y otra de sus bondades es la inhibición del crecimiento de bacterias porque la sangre recolectada no toma contacto con el oxígeno ni con la parte exterior de la vagina”.
Las chicas trabajan con una red de 30 vendedoras en distintas ciudades del país y en algunos puntos de venta directa como mercados y locales orgánicos o centros de yoga.

Más info: https://es-es.facebook.com/Maggacup.



viernes, 3 de enero de 2014

Dos emprendedoras, sorprendidas con el éxito de la llamada Copa Menstrual

Les compartimos la primera nota de prensa publicada en el diario Tiempo Argentino, el 07 de diciembre de 2013:
| Se fabrica por primera vez en el país


Dos emprendedoras, sorprendidas con el éxito de la llamada Copa Menstrual


Superaron las expectativas de venta. Es un método alternativo a las toallas y tampones. De silicona, se coloca como un diafragma. Recoge el sangrado y se la vacía cada 8 o 12 horas. Cuesta 250 pesos y dura más de cinco años.

En pali, un idioma índico, la palabra Magga significa camino del medio, y en inglés cup, significa copa. Maggacup es el nuevo método de absorción para el ciclo menstrual que se lanzó en la Argentina en septiembre de este año. En los tres primeros meses de venta se superaron las 1200 unidades cuando las estimaciones eran que venderían unas 50 copas menstruales por mes, y demostró la necesidad de cambio que sienten muchas mujeres. Los métodos disponibles hasta el momento para "esos días" suelen presentarse como los más indicados con los geles súper absorbentes, alas y la promesa de duración prolongada. Sin embargo, la nueva copa es mucho más simple y lejos de la mera absorción, recoge el sangrado en una pequeña cúpula de silicona de fácil colocación y material inerte que no modifica el medioambiente. Queda en la parte baja de la vagina, puede vaciarse después de 8 a 12 horas, y luego se lava y vuelve a colocarse. 
Después de cada ciclo menstrual debe esterilizarse en agua hirviendo durante 3 minutos. El precio de lanzamiento es de 250 pesos. Se presenta en dos tamaños y puede alcanzar una vida útil de más de cinco años, por lo que resulta mucho más económica que los otros métodos. 


"Es sin dudas un muy buen método para el ciclo menstrual, no sólo colabora a cuidar el medio ambiente, sino que recoge el sangrado, sin necesidad de absorberlo", explicó la ginecóloga Ana Coll. "El tampón absorbe y raspa y puede generar cierta sequedad e irritación que puede facilitar de forma secundaria las infecciones.La colocación es similar a un diafragma y no dudo que en poco tiempo muchas más mujeres optarán por esta nueva alternativa." 



Las jóvenes productoras argentinas Clarisa Perullini y Luciana Comes importan la silicona de Alemania y la fabricación es 100% nacional. Las emprendedoras eran usuarias de las copas importadas –que hace más de 10 años circulan principalmente en Europa– y fue en una conferencia sobre temas de menstruación y género dada por Luciana en 2011 donde se cruzaron por primera vez. La empatía fue automática, y luego de conversaciones profundas y consultas a profesionales sociólogos y médicos, las dos sintieron que era tiempo de emprender juntas. 



"Estamos gratamente sorprendidas por la respuesta de las mujeres argentinas. Si bien sabíamos que había personas que esperaban la copa y que el primer mes tendríamos algunas ventas aseguradas jamás pensamos que el interés iba a ser tan fuerte", explicó Clarisa Perullini. "Para nosotras uno de los grandes aportes de la copa es que permite una mirada nueva acerca de lo que es el ciclo. Utilizarla implica un acto muy ligado al respeto hacia el propio cuerpo y hacia la naturaleza en su conjunto. Es muy poderoso porque conecta con algo esencial que está oculto y que cuando se pone a la luz empieza a derribar algunos mitos y a poner en valor aspectos muy sencillos y profundos", agregó Clarisa.



Las copas también son ecológicas porque reducen los residuos y traen beneficios al planeta. Se estima que en todo el ciclo de vida una mujer usa 15 mil toallas y tampones, y sólo en Buenos Aires estos residuos llegan a las 3500 toneladas. 

A su vez, la fabricación de los apósitos representa entre el 25% al 30% de la tala de árboles para la utilización de la pasta fluff que es lo que contienen", explicó Luciana, en diálogo con Tiempo Argentino.


Al respecto, Emiliano Ezcurra, director de bancodebosques.org explicó que "el uso de fluff consume grandes cantidades de celulosa proveniente de plantaciones forestales, muchas de las cuales se desarrollaron eliminando bosque nativo como la selva misionera. Por lo tanto, cuanto menos pasta fluff haga falta, contribuimos a reducir la necesidad de este producto, con el consecuente ahorro energético y de agua, protegiendo nuestros bosques al evitar la expansión de plantaciones forestales". 



Además de reducir los residuos de la higiene menstrual en un 99% impulsa el desarrollo de una cadena de valor inclusiva en toda su producción. En ese sentido, el empaquetamiento del producto se realiza dentro del taller protegido Red Activos, que emplea a personas con discapacidad. Las emprendedoras tienen un sitio –www.maggacup.com.ar– y en Facebook la cuenta de Maggacup tenía ayer más de 6100 seguidoras que encuentran allí un espacio para compartir, reflexionar y profundizar acerca del cuidado del propio cuerpo y la sustentabilidad conociendo todos los beneficios.



« ventajas ofrecidas  Está realizada en silicona suave atóxica y 100% hipoalergénica.  El material con el que está fabricada inhibe el crecimiento de bacterias.  Si está bien colocada, no se siente ni se ve.  Necesita vaciarse con menos frecuencia que cambiarse un tampón y/o una toallita.  Permite hacer cualquier actividad física. Incluso deportes acuáticos.  Es la opción más ecológica por ser reutilizable.  Recolecta el sangrado, por lo que es el método menos invasivo.  Ocupa poco espacio y es liviana. También se puede dormir con ella durante la noche.  Al ser reutilizable, es el método más económico.


Fuente: http://tiempo.infonews.com/2013/12/07/sociedad-114482-dos-emprendedoras-sorprendidas-con-el-exito-de-la-llamada-copa-menstrual.php

jueves, 2 de enero de 2014

"Aprender com o outro"

Las palabras de Peter Cordenonsi, director de película “Aprender com o outro”, refleja nuestro sentimiento: 
“A lo largo de nuestra historia hemos vivido muchas revoluciones y avanzamos. ¡Hemos evolucionado! Sin embargo, en este camino evolutivo algunos principios fundamentales se han perdido...
Mucha gente está investigando, rescatando conocimientos ancestrales, poniendo en práctica valores que se han quedado por el camino, uniéndose a los avances de las revoluciones, y ya experimenta y multiplica una nueva experiencia. Un nuevo mirar. Una nueva conciencia. Celebrando la abundancia. ¡Viviendo el futuro en el presente!”

Maggacup forma parte de este colectivo. Los invitamos a ver un avance del film realizado por a DesRevolución donde participa nuestro proyecto:


Aprender com o outro from a DesRevolução on Vimeo.

Tejiendo redes

Una de nuestras primeras salidas al mundo exterior después del proceso de gestación de Maggacup, fue encontrarnos con las mujeres del programa Enredo en el Aire de Las Casildas: Mariela Franzosi y Julieta Saulo, que nos invitaron a Radio Semilla FM 106.5 el pasado 5 de noviembre.
Nos recibieron con los brazos abiertos, en un ambiente cálido y festivo. La cortina de fondo de “Baja a la tierra” en la voz de Kevin Johansen y Lila Down, nos permitió entrar en clima. Aquí la transcripción de la entrevista:  
Las Casildas: Presentamos a las invitadas de honor del día de hoy, que son las creadoras de la Maggacup,  “Las copas nac&pop”.  “Las nuestras, la argenta”: ¡Bienvenidas, gracias por haber venido!
Maggacup: ¡Es un honor para nosotras muchas gracias!
¿Cómo fue que surgió Cíclica, la madre de la Maggacup?
Luciana: La copita es lo que nos convocó. Por mi parte, empecé a usarla hace 8 años, vivía en España, y empecé todo un camino y búsqueda personal a través de la copa que me ayudó mucho. Que tiene que ver con empezar a registrar mi propio ciclo. Quiero que esto lo usen todas las mujeres de la Argentina porque la copa es única.
Las Casildas: ¡Qué bueno!
Luciana: También por mi propia relación con mi ciclo. Yo menstrué a los 10, entonces, fue muy fuerte porque era muy chiquita. Y para mi fue una liberación de aceptación.
Las Casildas: La copa no es un invento moderno.
Luciana: Surgió en 1937 en EE.UU, es anterior a los tampones.
Luciana: Gracias a eso. Hasta hace 3 años y medio viví en España. Cuando volví para acá fue como hacer un cierre de una etapa. Y dije, quiero hacer esto en Buenos Aries, darlo a conocer en Argentina y Latinoamérica. Empecé a traer copitas de España, también a dar charlas en algunos espacios alternativas, ferias y mercados orgánicos.
Y ahí llegó mi socia, hermana, amiga, compañera, que vino a la charla. Porque ella también estaba con la misma inquietud. Y venía haciendo un poco lo mismo, en otros espacios con otros grupos de mujeres.
Y fue así increíble, porque los planetas estaban alineados, nos convocaron para eso. Y después de la charla dijimos: “Sí, yo la quiero fabricar, vos también”. Nos reunimos y ahí empezamos a tejer este caminito que nos llevó a Maggacup y a Cíclica.
Clarisa: Sí es así, es una historia de amor. En principio es eso, sentir mucho el honor, es un momento de sentir la honra de estar en red, enredadas. Acá al lado está mi mamá con mi hijita Emma, de apenas 4 meses y medio. Y pienso que es eso, un proceso que tiene que ver con la aceptación, con el amor, con la entrega, con la confianza, con apoyarnos en esta red que nos preexiste.
Yo trabajaba en comunidad con mujeres de escasos recursos económicos. Con madres que también, venían de historias de mucho maltrato, de violencia obstétrica, y mucha desinformación, pero trabajando más en la temática de la rehabilitación y la discapacidad. Y cuando íbamos un poco al origen de estas historias, de estos niños, y estas familias, tenía que ver justamente con la no mirada. O la mirada como muy fría del sistema. Y cuando descubrí la copa dije, esto tiene que llegar a estos sectores.
Porque yo llegué por una amiga, de Alemania, súper cool el producto.
Las Casildas: Sí, además un producto importado.
Sí tenía que ver con la accesibilidad al producto y tenía que ver también la posibilidad de tener acceso a la información y a las redes. Porque ustedes saben que la pobreza no es pobreza de dinero sino pobreza de redes, entonces es eso es fundamental. Entonces este producto tiene que llegar acá, tenemos que fabricarlo acá. Tenemos que generar capacidad instalada  tenemos que trabajar con mujeres, con hombres amorosos que también están en este proyecto. Y así la flecha y la confianza, llega a ese encuentro. La conocí a Lu y dije sí ella es mi socia, ella es mi hermana. Como descubrir lo que ya estaba ahí.
Y empezamos a trabajar con nuestro propio ciclo menstrual, por eso Cíclica, que es la madre. Los ciclos son la madre y la naturaleza es eso poder empezar con mucha humildad, a reconocer cuáles son estos ciclos y ponernos en consonancia con ellos. Y dijimos bueno dale, empezamos a laburar con nuestra menstruación y vemos si llegamos a la copa. La copa terminó siendo un poco la excusa. Y en ese proceso fue un poco el vaivén con que nos fuimos encontrarnos con la producción, con la industria, con el mundo de los empresarios, con el mundo de los contadores, de los abogados, de la publicidad.
Las Casildas: Y en ese proceso se embarazaron y parieron ambas.
Luciana: También, con un mes de diferencia. Yo soy mamá de Gael, que tiene casi 6 meses, que lo dejé en casa por primera vez, por eso estoy un poco inquieta. Pero está todo bien, porque se quedó con su papá.
Las Casildas: Se siente raro tener los brazos libres.
Luciana: Rarísimo, me falta algo.
Las Casildas: Ahora te doy el mate, querés?
Luciana: Y sí fue un proceso interesante. También la gestación. Todo un desafío ser madres en el medio de un proceso productivo tan importante.
Las Casildas: Y creativo.
Luciana: Donde también fue en algunos casos cuestionados, puesto en duda. “¿Llegarán?” “¿Podrán? Todo se pone en escena en ese momento.
Para nosotras fue maravilloso poder integrarlo como integramos el ciclo, integrar esta maternidad respetando a nuestros hijos,  teniendo una crianza como nos gusta, y en la que creemos.  
También fue un parto la copa.
Las Casildas: Están fuertes de Maggacup y de linaje.
Clarisa: Así llega el agradecimiento. Siempre digo, como es tan perfecto todo. Esta es nuestra primera salida, hacia afuera,  después de haber ido a parir y de lanzar la copita. Nosotras con el cuerpo, digo. Porque estamos a través de Facebook, a través de la Web.
Las Casildas: ¿Estuvieron en el encuentro regional de mujeres también, no?
Clarisa: Sí, ahí unos amigos llevaron la copita.
Las Casildas: No estaban ustedes.
Clarisa: Físicamente nosotras estábamos recién paridas.
Luciana: Energéticamente estamos acompañando el proceso. Estuvo la copita presente. El año que viene seguramente, estaremos dando una charla.
Las Casildas: Sí, nosotras estuvimos hablando con una chica que la había comprado.  
Clarisa: Cíclica tiene que ver con la naturaleza, con el respeto, y también con saber que la naturaleza nos ofrece alternativas, y este producto existe hace un montón. Y por múltiples intereses, porque siempre es multifactorial todo, este produce no se conoce hoy.  Y ahí fuimos ganando con el proyecto que nos trajo. Esto es lo que nosotras pusimos. Pero lo que vino, esta copa empezó a recepcionar a gente y personajes que están en el mundo de la ecología y haciendo acciones que son súper nobles. Y para nosotras también es un honor, escuchar, sentir, ver como hay personas que se están movilizando.
Porque  es cierto que el uso de la copa reduce  muchísimo la tala de árboles, de bosques y selvas autóctonos. El porcentaje es entre un 20 y 30 por ciento de árboles de la tala que está destinada a la fabricación de productos industriales convencionales. Y al tiempo que también que el producto, lo que se desecha, que se usa dos horas, tarda en biodegradarse muchísimos años.
Para nosotras eso fue una vuelta, esto tiene que ver con la ecología humana y la ecología en su conjunto. Antes veíamos a las mujeres, ahora miramos los árboles. Y esta es una integración muy pisciana. Vamos con piscis en esta cosa en que las partes se empiezan a unir en esta trama que es integradora, que es esta gotita que vuelve al océano. Nosotras venimos diciendo: “no sabemos cuál es el impacto, lo que sí tenemos claro es que la intención en cada movimiento, tiene que ser muy noble”. Y sí no lo sabemos nos corremos a un lado, pedimos ayuda, porque tiene muchas áreas. Armar una empresa en nuestro país, tiene múltiples matices, no sé si viene a cuento pero es una ventana que se pueden ir abriendo. Ahí fue que vino algo maravilloso.
La Casildas: La red
Luciana: La red nos acunó
Clarisa: Y derribamos muchos prejuicios.
Las Casildas: Cuando fue que tuvieron que salir a pedir ayuda y que la red se agrande un poco.
Luciana: No recuerdo ahora una situación concreta. Pero sí la cuestión de confiar. Eso tiene que ver con la propia observación del ciclo. Confiar en uno, que uno puede o no puede y salir a buscar.  Y ese es otro concepto que nosotras manejamos mucho que es el de permacultura, agotar todos nuestros recursos, y salir a buscar con la tranquilidad de lo que estamos yendo a buscar tiene que ver con que desde la humildad, nosotras necesitamos que nos orienten, que nos digan. Venimos de otro palo.
Esto se produce en una fábrica industrial, que tienen todos los ISO9000 correspondientes, todo un universo lejano a nosotras.
Clarisa: El afuera que vino tiene que ver con el mundo de las empresas.
Las Casildas: Los abogados, los contadores, me agoto de solo pensarlo.
Clarisa: Pero ahí hay algo del prejuicio.
Porque nosotras cuando fuimos a las primeras reuniones de empresarios que están en la búsqueda de hacer estas Empresas B, ahí fue como decir este es un nicho hermosísimo. Nos ayudaron a hacer planes de negocio.
Luciana: Para nosotras era chino. Plan de negocio, excel, planillas. Con proyecciones a cinco años. También el darnos cuenta. Yo soy emprendedora, he hecho remeras, mermeladas, cosas muy de casa que podía producir y salir a vender.
Las Casildas: Artesanales.
Luciana: Exactamente. Cuando vos te metes en una industria, todo de golpe toma una dimensión. Entonces ahí empezamos a respirar, volver. Pero la gente decía “están detenidas” ya tenían que…No, estamos viendo, aprendiendo, sabiendo que la causa nos mantenía en el eje. Siempre nos traía al eje. A partir de ahí fuimos descartando mucho. Hasta que llegaron las personas que le fueron poniendo la ficha, para que esté acá.
Clarisa: Y también reconocer que las mujeres tenemos una forma de encontrarnos y de laburar que tenemos que confiar.
Sí porque a veces que hay una energía muy masculina en el área de los negocios.
Luciana: Exactamente. Tenés que ser exitosa, no podés dudar.
Clarisa: La noticia es esa, que hoy los espacios que trabajan en ese cambio de paradigma rescatan la energía femenina. Entonces, las mujeres, lo femenino tiene que ocupar esos lugares hoy es una necesidad totalmente imperiosa, en términos de salud, ecología. Y hay que confiar.
Las Casildas: Y se trata de no masculinizarnos, no es que se necesitan más mujeres en esas áreas sino más energía femenina fluyendo entre todos.  
Clarisa: Y ese tamizaje es totalmente sutil, porque entre nosotras siempre era no masculinizarnos. Igual siempre alguna tiene que ocupar en algún momento del ciclo un aspecto más hacia afuera. La que sale más al mundo y está más retirada. Pero, cómo encontrar eso siendo mujeres sin pegarnos y sin sobre exigirnos.
Luciana: Sí también la intuición. Nosotras funcionamos mucho por la intuición, por el respirar, el registrar qué sensaciones tuvimos, y a partir de ahí es por donde seguir.
En mi caso, tiene que ver con algo más personal, la copa me ayudó mucho a empezar a respetar, y registrar mis propias necesidades y confiar en mi propio cuerpo, y mandarme.
Las Casildas: ¡¡Ya la quiero probar!!
Acá hay una pregunta de María Belén que dice: “Estoy embarazada, una vez pasado el parto, ¿hay algún tiempo que esperar para empezar a usar la copita?”
Luciana: Sí hay que esperar a pasar el puerperio, que vuelva  la menstruación normal, se regularice el ciclo y a partir de ahí.
Clarisa: Y puede consultar con su ginecóloga, obstetra. Nosotras tenemos un equipo médico que nos respalda detrás.  
Las Casildas: Hablando de eso. Tenemos un audio de la  doctora Ana Coll. ¿Quieren presentarla ustedes?
Clarisa: Ana… son estas cosas de la vibración y la intuición, a través de un equipo contable, que teníamos en un momento, la persona que nos llevaba los números era paciente de Ana Coll y cuando le lleva la copa, ella le saca una copa chilena. Entonces, le contó que se iba a fabricar en la Argentina. Vino sola a buscarnos.
Luciana: Sí, y apoyarnos porque es ecologista empedernida, y cree en este producto hace muchos muchos años.
Clarisa: Una mujer que viene con mucho recorrido en el área de salud. Ella fue presidenta en el área médica, y tiene muchos contactos y nos dio siempre ese respaldo médico importante
Luciana: Para que todas estemos tranquilas que es segura y confiable, más allá de lo práctico y ecológico.
Las Casildas: Vamos a escuchar qué dice Ana Coll, ginecóloga y obstetra.
AUDIO ANA COLL: “La copa menstrual es realmente una facilidad que hay, diferente a otras opciones en relación al tema del período. La ventaja creo más importante, es que en realidad es un receptáculo de la sangre, y no un producto que absorbe y por lo tanto, reseca los tejidos circundantes. Permite a la mujer conocer mejor su ciclo menstrual, la cantidad que menstrua, conocer su cuerpo. Y también está el otro tema importante que es el ecológico y el de la contaminación. Hay un dispositivo  para descartar los tampones por la contaminación por el material con el cual están hechos. Incluso la copita menstrual, puede que no sea para todo el mundo, requiere cierto compromiso con el manejo del cuerpo. Pero la verdad, es que la copita es sumamente confortable en el sentido en que se puede colocar a la mañana y puede estar colocada varias otras. La otra gran ventaja es que puede ser utilizada durante la noche, cosa que con los tampones no ocurre. No hay formalmente contraindicaciones por el uso de la la silicona. Antes se usó el látex y el caucho. Mujeres muy grandes con casos de prolapsos usan aros de silicona. Por otro lado, las chicas que no hay tenido relaciones sexuales, no es tan conveniente que las empiecen usar. Me parece fantástico que lo fabriquemos acá, lo pone al alcance de mucha más gente, decididamente.  Yo misma como ginecóloga estuve siguiendo el proceso tanto de Clarisa como de Luciana de elaboración de la copita, y realmente han hecho un trabajo muy serio. Yo misma como ginecóloga apoyando el proceso, me siento tranquila en base a como han trabajado”.  
Las Casildas: ¿Porqué eligieron ese nombre Maggacup?
Clarisa: Maggacup quiere decir en el antiguo idioma de la india “camino del medio”. Cuando fuimos al INTI que está haciendo las certificaciones necesarias del producto, nos dijeron, “hoy de todas las alternativas que hay, podemos decir que este sí es el camino del medio”. Y creemos que es una alternativa intermedia. Posiblemente, el día de mañana haya instancias superadoras, el primer producto fue fabricado con caucho, después con látex y hoy es de silicona hipoalergénica. Entonces, hay un camino que se sigue recorriendo.  
Para coronar el encuentro se sorteó una copa entre las oyentes del programa. El primer llamado al aire, fue el de Mariana que contó que se quería ganar la copa porque venía usando toallitas de tela, y para conectarse con su ciclo. “Después de haber parido y tener a mi bebé me despertó la necesidad de ver el ciclo desde otro lugar. Brinda otra opción con uno y con lo que lo rodea”.  
Clarisa: Esto es enredo. Nosotras necesitamos para seguir caminando, la red para difundirnos y nutrirnos. Para nosotras es muy importante contar con estos soportes.
Luciana: Y para esto con los testimonios. No sólo voy a confiar en la Maggacup, también en las mujeres que se animan. 
Clarisa: Empezar a visibilizar, mirar, poner cuerpo, corazón y testimonio en cómo cada una vive su menstruación. La sangre también, es el líquido que nos va a hermanar, la sangre que no mancha.
Podés escuchar el audio del encuentro desde acá: 
Programa 10 del 5/11

Copa menstrual: una tendencia mundial comienza a pisar fuerte en el país



Maggacup es la primera copa menstrual fabricada en la Argentina. Higiénica, segura, práctica y económica, en sus primeros tres meses superó sus previsiones de ventas en un 1200%.


Cuando Clarisa Perullini y Luciana Comes decidieron emprender para poder compartir con todas las mujeres del país lo que habían descubierto hace varios años y les había cambiado la vida, jamás pensaron que sus expectativas se verían superadas de manera tan contundente por la realidad. En los tres primeros meses de venta de Maggacup superaron las 2.000 unidades cuando sus estimaciones eran que venderían unas 50 copas menstruales por mes.
“Estamos gratamente sorprendidas por la respuesta de las mujeres argentinas. Si bien sabíamos que había personas que esperaban la copa y que el primer mes tendríamos algunas ventas aseguradas jamás pensamos que el interés iba a ser tan fuerte”
“Para nosotras uno de los grandes aportes de la copa es que permite una mirada nueva acerca de lo que es el ciclo. Utilizarla implica un acto muy ligado al respeto hacia el propio cuerpo y hacia la naturaleza en su conjunto. Es muy poderoso porque conecta con algo esencial que está oculto y que cuando se pone a la luz empieza a derribar algunos mitos y a poner en valor aspectos muy sencillos y profundos”
Maggacup salió a la venta en septiembre de este año luego de cumplir con todos los requisitos legales y técnicos. El plan de ventas contemplaba en un inicio un volumen de 50 copas por mes y en los tres primeros meses vendieron en promedio 700 copas por mes.
En estas fiestas regalemos productos que colaboran con la preservación del medio ambiente, que cuidan la cadena de valor en toda su producción y priorizan el comercio justo!