Conmemorar el Día Mundial del
Reciclaje apunta a despertar el interés y la participación ciudadana en lo que
respecta a la problemática de la basura a nivel ambiental y social. En ese
sentido, hoy queremos hacer hincapié a través de datos concretos en la solución
que representa Maggacup para la reducción de los residuos no reciclables generados
por los productos industriales convencionales de la higiene menstrual femenina.
Un estudio de la FIUBA y el CEAMSE
realizado en el 2011 con el objetivo de analizar la composición de la basura
determinó que sólo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de las 5000
toneladas diarias generadas, el 4,4 % corresponde a pañales y apósitos. Este
material es el quinto componente en importancia dentro del flujo de residuos y
representa en peso aproximadamente 110 T./diarias.
Desde
la menarquía a la menopausia
Dependiendo de cada
mujer, el período menstrual se hace presente durante 5 días al mes. Por
lo tanto, 60 días en un año. A lo largo de toda la vida fértil femenina representa
alrededor de 2400 días. Entonces, si por día la mujer utiliza al menos 5
toallitas o tampones para su higiene, estaría
consumiendo aproximadamente 15.000 productos descartables.
Las
mujeres argentinas tiran directamente al tacho de basura 3.380 millones de unidades
en toallitas y tampones como residuo no reciclable en un año.
¿A
dónde va a parar esa pila de desechos?
Los rellenos sanitarios ubicados en
la provincia de Buenos Aires se encuentran colapsados y son parte del paisaje diario de los vecinos de los municipios bonaerenses. Ese es uno de los destinos
de la basura íntima femenina, cuando no, siguen curso por los ríos, las playas
y el mar. Como efecto directo se considera que los desechos producen condiciones
inadecuadas para la vida al degradar el ambiente, aumentando la cantidad de
agentes patógenos, y ocasionan daños a los seres humanos, los animales y la
tierra.
La
copa menstrual, una solución sustentable
Cada vez son más
las mujeres de todo el mundo que toman conciencia de esta situación y deciden
revertirla buscando productos ecológicos para sus días del período. La copa
menstrual es un invento re-evolucionario creado en 1937 en los EEUU, y se
produce en Argentina por primera vez en el 2013 por la marca Maggacup.
El uso de la copa menstrual les permite a las
mujeres adquirir un hábito amigable con el entorno. Por ser reutilizable esta
alternativa para en la higiene femenina es una solución sustentable que evita
la generación de residuos, la contaminación y la desforestación. En un año, el
uso de la copa menstrual ahorraría 132 mil tn de basura no reciclable proveniente de los
tampones, toallitas y sus empaques.
Cambiar por Maggacup
es un pequeño acto que impacta positiva y significativamente sobre el medio
ambiente, una manera concreta de participación femenina a favor de la solución
al problema de la basura.
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